¿Te gustaría lucir una melena brillante? Me pregunto:” ¿a quién no le gustaría?” No solo la mayoría de los mortales no tenemos el equipo de estilistas vigilando nuestra cabellera 24/7, sino que tener un pelazo los 365 días del año no es nada simple. Lo que jamás deberías dejar de hacer es cuidar la salud de tu pelo, y protegerlo a fin de que supere los inconvenientes más comunes que lo dejan sin vida.
Pelo que se enreda con facilidad
¿Pasas el peine y aún de esta manera tu cabellera sigue como si fuera un nido de pájaros? El inconveniente probablemente venga del uso inadecuado de productos de belleza. Los cepillos, los secadores, las planchas, los rizadores y los productos cosméticos inapropiados pueden ser los culpables. Hay que tener cuidado con la fricción, en tanto que favorece la formación de nudos que parecen imposibles de quitar, lo que podría desembocar en la fractura del pelo. Esto lo vemos con frecuencia en personas que se aplican el tratamiento tópico de forma compulsiva.
Caída del cabello
Un cepillo lleno de pelos es una imagen desagradable, y cuando aparece después de que te peines llega a ser alarmante. La realidad es que cada día perdemos entre 100 y 150 cabellos, y eso no es un inconveniente. No obstante, hay situaciones que pueden acelerar el ritmo y darnos un buen susto.
La caída no siempre y en toda circunstancia es sinónimo de alopecia. El noventa y cinco por cien de los casos es reversible y remite entre 6 y 12 meses tras haber tratado lo que la produce.
Los motivos habituales está en la dieta:
- Si tenemos falta de hierro, que es fundamental para la pigmentación del cabello, deberemos buscar el aporte en la carne roja en las legumbres.
- Si la falta está en el cinc, indispensable para el desarrollo del pelo, podemos hallarlo en distintos pescados azules y otros alimentos que poseen este nutriente.
- Hay que abstenerse de comer bollería y azúcares añadidos, que pueden provocar un aumento de los andrógenos responsables de la miniaturización del cabello.
¿Pelo áspero, seco y quebradizo?
El sol, las temperaturas extremas, la humedad y los productos agresivos son los peores oponentes de quienes tienen la cabellera más seca. Lo que ocurre es que la hebra capilar se reseca, se desgasta y pierde la cohesión de la queratina superficial. Y si nos teñimos el cabello y es mucho más agresivo.
Para solventar esta situación, utiliza champús sin sulfatos que hacen menos espuma, pues tienen una menor cantidad de químicos. Agrega mascarillas y aceites como el de oliva, argán, rosa mosqueta o coco para nutrir tu cabello.
Pelo con tendencia grasa
Todos hemos escuchado eso de que es mejor no lavarse el pelo todos y cada uno de los días, un mantra que suele recitarse acompañado de consejos como que hay que hacerlo día sí, día no o solo dos veces a la semana. Pero este tipo de movimientos como el no-poo (sin champú) no son muy recomendables, según expertos, puesto que el pelo tiene una superficie hidrófoba, a la que se adhieren los lípidos y repele el agua, y este líquido no es capaz de arrastrar la suciedad que se adhiere al sebo.
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