Todos deseamos una cabellera larga y abundante, bueno... casi todos lo queremos. El cabello está estrechamente ligado al sistema nervioso y consiste esencialmente en tejido muscular, aceites, proteínas, queratina y silicio.
Por la belleza deseamos que el cabello esté saludable, pero el cabello cuenta con una función biológica que hace que tu cuerpo "sienta" estabilidad magnética.
Para tener un cabello fuerte es necesario proporcionarle un cuidado constante, ya que está expuesto a muchos factores que pueden debilitarlo y dañarlo. A continuación, se presentan algunos trucos:
1. CEPILLADO
Cómo, Cuándo y en con qué debes cepillarte son preguntas fundamentales para llevar un cabello sano y hermoso. Esta es la razón por la que se aconseja con devoción cepillarse el cabello cada noche entre 10 y 20 pasadas (no 100 veces), dependiendo del espesor del cabello.
¿Los motivos? El cepillado hace de exfoliante sobre el cuero cabelludo, elimina trazas de productos, estimula la circulación sanguínea, promueve su crecimiento y realza su lustre, debido al cepillado elimina el vello en fase telógena (en el procedimiento de caída) dando paso al cabello en fase anágena (el momento del nacimiento del cabello).
2. ANTES DE LAVAR
Otro truco que ayuda es siempre cepillarse el cabello antes de lavarlo, evitando así que se enrede cuando esté mojado, deshacer nudos que pueden dificultar la penetración del champú y también facilitar el posterior desenredo.
3. TEMPERATURA DEL AGUA
Aunque este truco sencillo tiene gran importancia, ya que el agua fría estimula la circulación sanguínea y cierra la cutícula, lo que resulta en un cabello más brillante, también es importante la temperatura del agua con que se hace todo el lavado, y Aunque no es necesario hacerlo sólo con agua fría, si es necesario usar agua tibia para disolver la grasa.
El agua caliente podría mantener su propio cabello libre de grasa, a diferencia del agua fría.
4. NO VIERTAS EL SHAMPOO DIRECTAMENTE SOBRE EL PELO.
En su lugar, viértalo en la palma de la mano, frótese las manos y luego aplique el champú sobre el cabello. Frotar suavemente con las palmas de las manos sobre el cabello y masajear el cuero cabelludo con las yemas de los dedos con un suave movimiento de amasado. El masaje en cualquier parte del cuerpo es relajante y proporciona una sensación de bienestar, especialmente en el masaje del cuero cabelludo y el champú.
5. NO FROTE
Es sólo una creencia general (la de frotar el cabello vívidamente creyendo que si hace más espuma es mucho mejor el lavado), es errónea y contraproducente. Frotar el cuero cabelludo activa las glándulas sebáceas y se producirá un efecto rebote. El pelo está muy limpio después de usar el shampoo. Los dedos distribuyen el champú a través del cuero cabelludo. Por lo tanto, la forma correcta de frotar el cabello es aplicar el champú solo en la raíz y sin levantar la melena restante en la parte superior de la cabeza.
6. NO CAMBIE EL CHAMPÚ
Otra creencia popular es cambiar el shampoo, así evitamos "que el pelo se acostumbre a él".
Esta convicción de que el cabello se vuelve inmune no está comprobada, la fibra capilar no tiene vida, por lo que no duele cuando lo cortamos, y es debido a esto que es difícil que se acostumbre a algo como el shampoo.
7. EN VEZ DE CULPAR AL CHAMPÚ POR LA ROTURA, MODIFICA TUS RUTINAS DE ACONDICIONAMIENTO, PEINADO CON CALOR Y CEPILLADO.
Si acostumbras a lavar el cabello a diario, la clave está en elegir el champú y acondicionador adecuados para limpiar el cabello y el cuero cabelludo sin necesidad de quitártelo de encima.
El factor decisivo debe ser cómo su cuero cabelludo produce grasa y sudor, y si es propenso a la irritación. El uso de un gran acondicionador y la minimización de los tratamientos térmicos como el secado usando secadora, el rizado y la plancha también previene la rotura y el daño.
8. El lavado excesivo del cabello de los niños puede eliminar demasiada grasa de su delicado cuero cabelludo.
Esto resulta en una piel seca y escamosa. Debido a que el cabello y el cuero cabelludo de cada niño son diferentes y a que la grasa del cabello y el cuero cabelludo de los niños cambia con el tiempo (generalmente aumenta a medida que se acercan a la pubertad y entran en ella), la frecuencia con la que se debe lavar el cabello de los niños variará. Algunos niños necesitarán lavarse el cabello diariamente, mientras que otros se beneficiarán de esperar dos o tres días entre lavados.